Audite publica la primera grabación de «Lanzelot», la ópera de Paul Dessau estrenada en 1969.
El compositor y director de orquesta alemán Paul Dessau (Hamburgo, 1894-Königs Wusterhausen, 1979) fue, junto con Kurt Weill y Hans Eisler, uno de los colaboradores habituales del dramaturgo Bertolt Brecht, para quien compuso la música incidental de numerosas piezas, como Madre Coraje y sus hijos, El alma buena de Sezuán o El círculo de tiza caucasiano, antes de completar, entre 1949 y 1961, tres óperas sobre textos de Brecht: El interrogatorio de Lúculo, El señor Puntila y su criado Matti y Santa Juana de los Mataderos.
Exiliado por sus ideas comunistas en Francia (en 1933) y Estados Unidos (a partir de 1939), tras la ascensión al poder del nazismo en Alemania, al finalizar la Segunda Guerra Mundial regresó a su país en 1948 y se estableció en Berlín Oriental, capital entonces de la República Democrática Alemana, donde prosiguió una activa carrera musical en la que abogó por la vanguardia musical: Witold Lutosławski, Alfred Schnittke, Boris Blacher, Hans Werner Henze y Luigi Nono. En 1969 compuso su ópera Lanzelot, con libreto de Heiner Müller y Ginka Cholakova, que se estrenó el 19 de diciembre de 1969, una de las más significativas y elaboradas de las estrenadas en la antigua RDA, pero que cayó en el olvido, como otras obras que son redescubiertas en una época posterior. En el caso de Lanzelot, las razones probablemente sean de naturaleza política. Dessau fue un compositor que tras su exilio decidió establecerse en la zona soviética de Berlín, donde vivió hasta su muerte. Sin embargo, aunque políticamente leal al régimen prosoviético, fue también un disidente dentro de la RDA.
En su cuarta ópera recurrió al cuento de hadas Dragón, del escritor soviético Yevgueni Shvarts, adaptada por Müller y Cholakova para el libreto de Lanzelot. La historia es tan explosiva que su texto original fue prohibido bajo Stalin: un dragón que siglos atrás liberó al pueblo del cólera dirige ahora un régimen totalitario, pero es amado por el pueblo porque le garantiza el orden y el consumo. La aparición del autoproclamado héroe de la libertad Lancelot provoca la resistencia de los ciudadanos; en última instancia, la cuestión es si el pueblo está realmente preparado para una revolución. Sorprendentemente, el material no encontró resistencia por parte de las autoridades de la RDA en su estreno en la Ópera Estatal de Berlín (Oriental) en diciembre de 1969, no sólo por el texto, sino porque la música de Dessau en aquella época era una de las más modernas y provocativas permitidas en la RDA. Lanzelot sólo se representó tres veces en vida de Dessau y después la obra desapareció de los escenarios y nunca se hizo una grabación. Tuvieron que pasar cincuenta años hasta que volviera a representarse, en 2019, en el Teatro Nacional de Alemania de Weimar. A finales de 2019, Lanzelot se estrenó en Weimar en una versión escénica de Peter Konwitschny dirigida musicalmente por Dominik Beykirch. La grabación de aquel acontecimiento ha sido publicada a principios de año por el sello alemán Audite, mostrando el poder de la música y el mensaje de Paul Dessau, tres décadas después del final de la Guerra Fría.
Las exigencias a solistas, coro y orquesta son colosales. En ninguna otra de sus obras Dessau presenta una mayor variedad de estilos musicales, desde el concerto grosso barroco y las parodias románticas hasta la música plenamente contemporánea.