Se cumplen cincuenta años del estreno de la ópera «Taverner» de Sir Peter Maxwell Davies.
El 12 de julio de 1972 se estrenó en el Covent Garden londinense Taverner, la más popular (junto con The Lighthouse) de las óperas del enfant terrible de la cultura británica Sir Peter Maxwell Davies (Salford, Inglaterra, 1934–Hoy, Escocia, 2016). Su título hace referencia al célebre compositor británico del siglo XVI John Taverner (no confundir con el compositor minimalista místico John Tavener, fallecido en 2013, a los 69 años, que afirmaba ser descendiente directo suyo), uno de los más admirados por Davies, al que dedicó varias obras en sus primeros años como compositor.
En esta obra, Davies fue autor tanto de la música como del libreto, que estaba basado en la vida de Taverner, primer organista y director del coro de Christ Church, en Oxford. Davies tardó dieciséis años en componerla y en su transcurso fue elaborando otras obras instrumentales, como la Primera y Segunda Fantasías Taverner o Points and Dances from Taverner, todas ellas anteriores al estreno de la ópera, que desarrollaría en dos actos y en cuyo transcurso se recurre en varias ocasiones, como leit motiv, al Benedictus de la misa de Tavener Gloria Tibi Trinitas.
En el primer acto asistimos al juicio al que el Abad Blanco somete a Taverner, que es acusado de herejía por alinearse con los luteranos. Fue perdonado, por «no ser más que un músico», pero en años posteriores, al producirse la creación de la iglesia anglicana, Taverner pasó de perseguido a perseguidor, convirtiéndose en brutal martillo de católicos: en el segundo acto se asiste al apresamiento, condena y ejecución del Abad Blanco, por herejía, con los mismos testigos que en la primera escena del primer acto.