Cantaloupe Music publica «Dystonia», un álbum en el que el cuarteto Mivos interpreta la música de J. G. Thirlwell, más conocido por su alias Foetus.
El compositor australiano James George Thirlwell (Melbourne, 1960) es una de las figuras más destacadas del rock alternativo de los años ochenta. Se trasladó a Londres en 1978 y luego a Nueva York (en 1983) y comenzó a ser conocido con varios alias: J. G. Thirlwell, Clint Ruin y Foetus (este, con numerosos «apellido» es el más habitual), entre otros. Con una carrera intermitente y tremendamente variada que supera las treinta referencias discográficas, su nombre figura al lado del de otras personalidades del entorno más underground, como los de Nick Cave, Lydia Lunch, Marc Almond, Thurston Moore, Matt Johnson, etc.
Su cacofónico sonido, mezcla de post-punk y rock industrial, tenía siempre, sin embargo, una férrea disciplina compositiva que desde el comienzo de siglo ha trasladado al terreno de la música contemporánea, con piezas interpretadas, entre otras formaciones, por conjuntos de cámara tan prestigiosos como Bang on a Can, Alarm Will Sound o Kronos Quartet. El último ejemplo de su labor en este terreno se titula Dystonia y ha sido publicado recientemente por Cantaloupe Music, el sello discográfico propiedad, precisamente, de Bang on a Can.
Aquí, Thirlwell es compositor, no intérprete. Esa labor recae en otra formación de prestigio, el Mivos Quartet, formado por las violinistas Oliva de Prato y Maya Bennardo, el violista Victor Lowrie Tafoya y el violonchelista Tyler J. Borden, que han hechos suyas cinco piezas compuestas entre 2014 y 2021. Conocido el pasado musical de Thirlwell no es de extrañar que Dystonia –título que hace referencia a un trastorno médico que provoca contracciones involuntarias y repetitivas de los músculos, mientras que los de cada uno de los cinco movimientos que lo componen (Narcolepsy, Fibrositis, Ozymandias, Heliophobia y Apeirophobia) son nombres de otras tantas enfermedades nerviosas o musculares– tenga una sonoridad intensa y agresiva que Mivos resuelve con visceral fiereza instrumental en los 45 minutos que duran en total cuatro de las composiciones –la segunda, Fibrositis, que en castellano se traduciría como «fibromialgia», es la más breve (apenas dos minutos) y la única no «explosiva», con pellizcos de las cuerdas que imitan los glitches de la música electrónica–. El propio Michael Gordon, uno de los tres compositores fundadores de la organización, lo define así en las notas interiores del disco: «Está a punto de escuchar una poderosa colección de cuartetos de cuerda escritos por J. G. Thirlwell, interpretados dinámicamente por el brillante Mivos Quartet. Publicados colectivamente bajo el título Dystonia, representan la visión oscura e irregular del pasado, el presente y el futuro de Thirlwell. Aunque Dystonia se refiere a una afección médica que provoca contracciones involuntarias de los músculos, no puedo evitar hacer asociaciones: Dis-Ton(e)-ia, Disonancia, Disritmia, Destino. Las cinco obras proyectan diferentes matices de una disfunción corporal, psicológica y social a través de una música audaz e insistente que te atrapa y te lleva adonde quiere ir».