Cincuentenario del estreno de la ópera que lanzó a la fama al compositor Thomas Pasatieri.
Hoy se cumplen cincuenta años del estreno de The Trial of Mary Lincoln [el juicio de Mary Lincoln], la ópera con la que saltó a la fama el compositor estadounidense Thomas Pasatieri (Nueva York, 1945). The Trial of Mary Lincoln es una ópera en un acto con libreto de Anne Howard Bailey, basado en la vida de Mary Todd Lincoln, viuda del presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln.
La ópera se creó expresamente para televisión y su estreno fue emitido en todos los Estados Unidos el 14 de febrero de 1972 a través de PBS (Public Broadcasting Service), emisora heredera de la National Educational Television creada por la Fundación Ford en 1954, que pretendía ofrecer programas de calidad a los espectadores. En el caso concreto de la ópera, buscaba atraer a un espectador que no estuviera interesado por el género, bien por no saber mucho sobre ella o bien porque lo que sabe está distorsionado por conceptos sociales y culturales erróneos. La televisión se veía como una herramienta esencial para borrar esos conceptos y esta obra se centraba en un momento histórico conocido, el juicio que tuvo lugar en 1875 para incapacitar mentalmente a Mary Lincoln: la muerte de su hijo Thomas en julio de 1871, unida al fallecimiento de sus otros dos hijos y el asesinato en 1965 de su marido, le provocó una gran depresión y su único hijo superviviente, Robert Lincoln, un joven abogado de Chicago, supuestamente alarmado por el comportamiento cada vez más errático de su madre, inició un proceso para internarla. En el juicio, un jurado decidió internarla en un asilo privado en Batavia, Illinois, pero ella consiguió posteriormente demostrar que su proceso de incapacitación era una artimaña de Robert para controlar las finanzas de su madre y pudo salir de la institución para vivir con su hermana Elizabeth.
Pasatieri era entonces un joven compositor de 26 años, pero The Trial of Mary Lincoln ya hacía la número siete de sus óperas. Desde 1984 es también conocido por sus orquestaciones de bandas sonoras para películas como Tomates verdes fritos (1987), La sirenita (1989), Esencia de mujer (1992), El informe Pelícano (1993), Leyendas de pasión (1994) o American Beauty (1999). En 2003 fijó nuevamente su residencia en Nueva York para retomar su carrera como compositor orquestal y de ópera, género en el que ya suma 24 títulos, el último de los cuales, The Vaudevillian, está inspirado en el ascenso y declive de la soprano estadounidense Rosa Ponselle, que se estrenó mundialmente en 2018.