Orange Mountain Music y la Orquesta del Centro Nacional de las Artes de Canadá lanzan «Truth in Our Time», el álbum que contiene la «Sinfonía nº 13» de Philip Glass.
El 30 de marzo de 2022 tuvo lugar en el Roy Thomson Hall de Toronto, el estreno mundial de la Sinfonía nº 13 de Philip Glass. Se trataba de un encargo que le realizó la Orquesta del Centro Nacional de las Artes de Canadá (NACO, por sus siglas en inglés) al compositor estadounidense, como homenaje al fallecido periodista estadounidense de origen canadiense Peter Jennings (1938-2005), considerado el último gran presentador de noticias en Estados Unidos.
El concierto de homenaje a Jennings tenía como lema genérico Truth in Our Time (La verdad en nuestra era) y el programa se completaba con las interpretaciones de tres obras más: una pieza breve, Zeiss After Dark, de la compositora canadiense Nicole Lizée (Gravelbourg, 1973); el Concierto para violín y orquesta en re mayor, Op. 35, de Erich Korngold, y la Sinfonía nº 9 de Dmitri Shostakóvich y la intervención del poeta y compositor franco-canadiense de origen togolés Yaovi Hoyi, conocido artísticamente, como YAO, que interpretó su poema Etrange absurdite.
Poco antes de que se cumplan dos años de aquel estreno mundial, el sello Orange Mountain Music, propiedad de Philip Glass, ha publicado hoy el álbum Truth in Our Time, que recoge íntegro el programa de aquel concierto, interpretado por la NACO, y grabado en directo en Southam Hall, la sede de la Orquesta en Ottawa.
Acerca del encargo de esta sinfonía, la número 13 de un total de 14 hasta el momento, Glass escribió que había escuchado por primera vez en directo a la Orquesta del Centro Nacional de las Artes de Canadá «en 2016, en el concierto del Premio Glenn Gould, cuando interpretaron mi Sinfonía nº 8. Tengo casa en Nueva Escocia desde hace más de cincuenta años y voy allí todos los años, y varias de mis piezas se han estrenado en Canadá a lo largo de los años. Cuando la NACO me invitó a componer una nueva obra, empecé a pensar en una nueva sinfonía instrumental a gran escala para formar parte de su programa La verdad en nuestra era. La pieza forma parte del tipo de música que considero un nuevo cuerpo de trabajo que comenzó con la Sinfonía nº 11 de 2017. El viaje continúa explorando mis propias ideas sobre el lenguaje musical tal y como ha evolucionado en mi caso, en la forma de estas sinfonías. ¿Qué puede expresar una pieza musical sobre la idea de la verdad? Cuando consideramos una figura como Peter Jennings, canadiense de nacimiento, inmigrante, periodista, estadounidense por elección, en lugar de hacer una proclamación sobre “qué es la verdad” para el compositor, estamos en un terreno mucho mejor cuando hablamos de “esta es la música que escucho, ésta es la música que me gusta y ésta es la música que escribo”».
Obviamente, la música de Glass se desmarca del resto, claramente del resto del programa. Como destaca el propio autor, sus cuatro últimas sinfonías, aunque identificables con su personalidad –aparecen sus características repeticiones y arpegios y escritas con una gran economía de medios, sin ocultar sus gráciles melodías– ofrecen también diferencias con su pasado. El primer movimiento sigue una forma de sonata, y tanto la idea secundaria como el desarrollo presentan una politonalidad inusual: los acordes se reunen en una especie de halo de disonancia modulada en anillo, al tiempo que se alejan de la solidez de la tonalidad como nunca se ha oído en Glass. Pequeñas ideas van apareciendo y parecen ser desechadas. Los dos primeros movimientos evitan las codas. El final, en cambio, presenta un compás quíntuple y termina con una breve coda, que ofrece la sensación de ser un verdadero compás doble, pero a lo largo de este movimiento Glass ofrece un montón de sorpresas, como si estuviera complaciéndose en improvisar (no lo hace, en absoluto) en vez de lo que cabría esperar. Era sencilla, pero también ingenua, no intentaba guiar ningún sentimiento, sino que abría despreocupadamente una miríada de ellos.