«Drums Between the Bells», de Brian Eno.
Brian Eno, el ex-Roxy Music, el creador de la música ambiental (él la llamó «discreta»), el megaproductor (de U2 a Talking Heads, pasando por Coldplay), el amigo vanguardista de Bowie, el socio de Robert Fripp en múltiples proyectos…, ahora vuelve a poner música a una serie de textos del poeta británico Rick Holland –recitados por hasta nueve personas diferentes, incluido el propio Eno–, con quien viene colaborando desde 2002.
El resultado es vibrante a ratos: son los momentos iniciales del álbum, los más rítmicos –temas como Bless This Space o Glitch–, en una onda actualizada del trabajo que él mismo hiciera con Talking Heads. Sin embargo, casi todo el disco se mueve en un terreno que, sin llegar a ser spoken word, resulta minimalista en exceso, como para que la música no estorbe los textos, sin la perfección con que Laurie Anderson hace eso mismo.