«Ceremony», de Anna von Hausswolff.

Es atrevido partir de un órgano de iglesia como instrumento principal de un disco: su sonido es rotundo y determina una personalidad muy marcada (Emerson, Lake & Palmer lo demostraron a principios de los años setenta). Esta joven compositora sueca también se muestra valiente y decidida. Ceremony es su segundo álbum  y en él intercala temas instrumentales y cantados, pero suaviza la potencia del instrumento para que el resultado no atemorice al oyente. Así, de entre las influencias que ella reconoce como propias (de Diamanda Galas a PJ Harvey, pasando por Nick Cave o Thom Yorke), las que aparecen en este disco son las más dulces: Elizabeth Fraser (Cocteau Twins, This Mortal Coil) o Kate Bush (Anna no la cita a ella, pero existe). Más sombría en sus títulos que en su resultado sonoro, también podríamos considerarla una especie de Enya gótica.