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«Desertshore/The Final Report», de X-TG.

¿X-TG? En 2007 los cuatro miembros fundadores de Throbbing Gristle (Genesis P. Orridge, Peter «Sleazy» Christopherson, Chris Carter y Cosey Fanni Tutti), se reunieron para una serie de actuaciones en el ICA de Londres en las que reinterpretarían el álbum de Nico Desertshore. En 2010 Sleazy volvió sobre esa idea para convertirlo en el próximo álbum de TG, pero el proyecto se frenó por el abandono de Genesis y el fallecimiento, poco después, de Sleazy. Sus otros dos ex-compañeros, en homenaje a su recuerdo, prometieron finalizar su deseo de regrabar el mítico álbum de la cantante alemana, ofreciendo sus partes cantadas a amigos de Sleazy, entre los que se encuentran Antony Hegarty (al que entregan la pieza clave del álbum, Janitor of Lunacy, para que la amolde a su personalísimo estilo), Marc Almond, la actriz porno (y cantante en la banda aTelecine) Sasha Grey o el cineasta argentino Gaspar Noé. Blixa Bargeld (líder de Einstürzende Neubauten) y la propia Cosey Fanni Tutti interpretan cada uno otros dos temas.

¿Qué tiene Desertshore para despertar esta admiración? El disco fue, en su origen, en 1970, una obra cumbre del folk experimental europeo, la primera piedra de lo «gótico» por la amargura de su sonido: el álbum es el lamento de una madre enganchada a la heroína que ha abandonado a su único hijo para que crezca con sus abuelos paternos. El protagonismo musical lo tenía el armonio, un instrumento similar al órgano. En el homenaje de X-TG no hay armonio ni sonidos acústicos, sino sintetizadores, electrónica y un tono general aún más áspero y sombrío que en el original, aunque sin la violencia rítmica instrumental que caracterizó en su día a la banda británica Throbbing Gristle. De hecho, en las versiones de Marc Almond –The Falconer– y Cosey –My Only Child– hay algo impensable hasta el momento en la trayectoria de TG: ¡melodía!

El conjunto se completa con un segundo cedé (o Lp), The Final Report, testamento definitivo de X-TG, que recoge piezas interpretadas en los dos únicos conciertos protagonizados por Chris, Cosey y Sleazy antes de la muerte de este. Y aquí, en cambio, la intensidad rítmica y la oscuridad ambiental son las que dominan el espacio, como si hubieran creado una hipotética banda sonora para la saga cinematográfica Saw.