«Heart of a Dog», de Laurie Anderson.
Artista multidisciplinar, Laurie Anderson muestra ahora (una vez más, en realidad) su dimensión como filósofa. Heart of a Dog es una película/documental –que se pudo ver en la pasada edición del Festival de San Sebastián– sobre su perra fallecida, Lolabelle, del que se ha extraído este cedé como banda sonora. Sus reflexiones han llenado muchos de sus espectáculos convertidos en disco; reflexiones que expresa con su voz suave, arrullando al oyente sobre una capa de ambient minimalista. Lo mejor es seguir el disco como se sigue una película: escuchar las palabras como si fueran un diálogo y oír la música como si fuera incidental. Pero, sobre todo, prestando atención a las letras. Sus certeras aseveraciones discurren en este disco sobre el amor y la muerte (en los últimos años han muerto su madre, su marido –Lou Reed, del que incluye Turning Time Around, de Ecstasy, el disco que Reed publicó en 2000– y su perra) y todo lo afronta con budismo zen, o «cómo sentirse triste sin estar triste».