Third Coast Percussion publica «Perspectives», con obras de Glass, Jlin, Elfman y Flutronix.
Las formaciones dedicadas exclusivamente a la percusión no eran comunes, en el ámbito de la música clásica occidental, hasta la segunda mitad del siglo XX, y su creación fue impulsada gracias a las obras experimentales compuestas para este tipo de instrumentos por Iannis Xenakis y, más adelante, en los setenta, por Steve Reich. Hasta entonces, los ejemplos de obras compuestas para percusión eran escasos: el Ballet Mécanique del estadounidense George Antheil, escrito en 1923 para la película dadaísta del mismo título dirigida por Fernand Léger, o Ionisation, de Varèse, en 1931, son las composiciones más representativas hasta que, entre 1939 y 1941, John Cage creó su serie de tres Construcciones. Pero no fue hasta que Xenakis comenzó a crear obras para este tipo de formaciones que estas orquestas en concreto comenzaron a extenderse por doquier.
El cuarteto estadounidense Third Coast Percussion es una de las más activas de este tipo de orquestas. Fundada en 2004 por Anthony Calabrese, Robert Dillon, Jacob Nissly y David Skidmore, todos ellos percusionistas de la Civic Orchestra of Chicago, se ha consolidado como uno de los grandes nombres del género, por el método de solicitar a sus compositores favoritos que compusieran para ellos. En 2017 se convirtieron en el primer conjunto de percusión en ganar un Grammy en la categoría de música de cámara, por Steve Reich, el álbum que habían publicado un año antes en homenaje al compositor minimalista neoyorquino, en su octogésimo cumpleaños.
Ahora, Third Coast Percussion (TCP), formado en la actualidad por sus miembros fundadores Robert Dillon y David Skidmore a los que se han sumado en los últimos años Sean Connors y Peter Martin, acaba de publicar a través del sello discográfico Cedille, Perspectives, el álbum que recoge varios de sus últimos encargos, entre los que destacan las siete piezas tituladas Perspective, compuestas por la música electrónica Jerrilynn Patton, conocida artísticamente como Jlin, tal vez la principal representante del estilo musical y de baile callejero denominado footwork. Después de convertirse en una de las figuras de la escena musical alternativa (Jlin fue incluida en 2018 en la lista 50 for the Future que elabora anualmente el Kronos Quartet), en 2020 recibió el encargo de la institución Boulanger Initiative de crear una pieza que no fuera electrónica, sino acústica, para ser interpretada por Third Coast Percussion.
La obra, en realidad, fue un trabajo colaborativo: Jlin visitó varias veces el estudio de TCP en Chicago para definir las posibilidades y explorar los instrumentos de la amplia colección de sonidos de percusión de TCP. Después de elaborar una primera maqueta de cada uno de los siete movimientos de la obra, los integrantes de TCP estudiaron las piezas para ver la forma de llevarlas al directo. Los percusionistas descubrieron una hermosa complejidad: docenas y docenas de stems en cada pista, patrones que nunca parecen repetirse cuando uno esperaría que lo hicieran y sonidos extravagantes que son difíciles de imaginar recreados acústicamente. En busca de la amplia gama expresiva de los temas originales de Jlin, la versión en directo de esta pieza de TCP incorporó –además de instrumentos estándar como la marimba y el vibráfono– cuencos metálicos llenos de agua, reclamos de pájaros, bungkaka (instrumento indonesio de percusión, hecho de bambú, que también se conoce como «cazador de demonios») o una amplia serie de gongs y panderetas, hasta superar los treinta instrumentos distintos, incluidas piezas de coches, como muelles metálicos.
Jlin tituló su pieza Perspective como referencia a ese proceso de colaboración único y que la obra existiera en dos versiones, la suya y la de TCP: una misma música interpretada a través de diferentes artistas y sus respectivos modos de expresión.
Aunque estas piezas son las que dan título al álbum, este se abre, en cambio, con las cuatro piezas para Cuarteto de percusión de Danny Elfman –ganador en 1989 del Grammy a la mejor banda sonora original por su partitura para Batman, de Tim Burton–, otro encargo del TCP, estrenado el 10 de octubre de 2019 en el Days and Nights Festival del Philip Glass Center de Big Sur, California. Consumado autor de bandas sonoras para más de cien películas, Elfman, que empezó como percusionista, fijándose en compositores como Harry Partch, Steve Reich, Terry Riley o Philip Glass, estructuró la obra como una breve sinfonía (veinte minutos) de cuatro movimientos, en la que se escuchan balofón africano, gamelán indonesio y aires à la Shostakóvich.
El disco finaliza con los catorce minutos de los tres movimientos de Rubix, una pieza compuesta a medias por TCP y el dúo Flutronix, que, hay que recordar, está formado por las flautistas Nathalie Joachim y Allison Loggins-Hull. Obviamente, en este caso, Rubix comparte protagonismo entre la percusión y las flautas, que bailan sobre un vibráfono relajado o instrumentos que ofrecen sonoridades más nebulosas: la marimba, el corrugáfono (en realidad, un tubo flexible de plástico acanalado, de los que se emplean en la construcción para envolver cableado eléctrico) o el flexatón, como evocadores telones de fondo.
Curiosamente, la pieza más antigua del disco, situada justo después del cuarteto de Elfman, data de… 1988. Se trata de la Metamorfosis nº 1 de Philip Glass, una obra escrita originalmente para piano solo, que TCP somete a una transformación absoluta, transcribiéndola para marimba, vibráfono, glockenspiel y melódica.
La enorme variedad de sonoridades y estilos convierte los casi setenta y cinco minutos de duración del álbum en una experiencia musical muy gratificante e, incluso, entretenida. Desde los ritmos vertiginosos de Jlin a los ambientes más ensoñadores de Rubix, pasando por la suave calidez del cuarteto de Elfman o la reconocible personalidad de la obra de Glass. Tal variedad hace que se pueda intuir que su interpretación en directo puede ser aún mucho más entretenida…