Muere en Nueva York el compositor y guitarrista minimalista estadounidense Scott Johson, autor de «John Somebody».
El compositor estadounidense Scott Johnson (Madison, Wisconsin, 1952-Nueva York, 2023), falleció el pasado viernes, 24 de marzo, por complicaciones derivadas del cáncer de pulmón que le había sido detectado dos años antes. Situado a caballo entre el rock y la música minimalista, destacó como guitarrista en el Nueva York de finales de los años setenta y principios de los ochenta, formando parte de un grupo de amigos compositores entre los que figuraban otros músicos como Peter Gordon, Rhys Chatham, David van Tieghem, Arthur Russell o Laurie Anderson, con quienes colaboraba habitualmente. Con el primero llegó a integrarse en su Love of Life Orchestra. Con los dos últimos creó una banda efímera, The Fast Food Band.
Compositor meticuloso, su pieza más conocida es John Somebody, que creó entre 1980 y 1982 con un bucle de fragmentos de una conversación telefónica con un amigo, grabada en 1977 (“You know who’s in New York? You remember that guy, John somebody? He was a … he was sort of a…”), para crear pistas rítmicas que cambiaban constantemente, sobre las que superpuso guitarras eléctricas, bajo y percusión. John Somebody fue publicado por Nonesuch en 1986 y posteriormente, en 2004, reeditado por Tzadik, el sello de John Zorn.
Sus composiciones fueron interpretadas por formaciones como Kronos Quartet, Bang On A Can-All Stars y Alarm Will Sound; para estos últimos compuso una obra, Mind Out of Matter (que desarrolló entre 2009 y 2015), de setenta y cinco minutos de duración: considerado como un «oratorio ateo; un Mesias de Händel para los no religiosos». En vez de coros cantando textos bíblicos, la obra emplea la voz grabada del filósofo Daniel C. Dennett, hablando sobre las ideas de su libro Breaking the Spell (Religion as a Natural Phenomenon). Johnson combinaba en la pieza estilos musicales tan dispares como el recitativo barroco y el retro-funk para iluminar la afirmación central de Dennett: al igual que las plantas y los animales evolucionan en el entorno físico, las ideas y las tradiciones compiten dentro de ecosistemas formados por mentes y culturas humanas. Las ideas religiosas pueblan nuestras mentes, se multiplican en nuestras culturas y se propagan como virus, a veces en nuestro beneficio, a veces no.