Cosmos Quartet interpreta este miércoles en el Palau de Barcelona el estreno mundial de «L’Arbre de la Vida», de Bernat Vivancos.
Este miércoles, 5 de julio, se va a producir en el Palau de la Música Catalana el estreno mundial de L’Arbre de la Vida [El árbol de la vida], una composición de Bernat Vivancos (Barcelona, 1973) inspirada en el bajorrelieve del mismo título del escultor Naxo Farreras (Barcelona, 1951) que adorna desde 2004 la fachada de la ampliación del edificio de la institución cultural barcelonesa.
Farreras ha sido artista plástico invitado de esta pasada temporada en el Palau de la Música, por tratarse de un escultor que crea esculturas en muchos casos sonoras: algunas parecen tubos de órgano, otras son piezas que suenan por impacto e incluso hay una con forma de pentagrama de hierro donde van a parar las notas que esparcen unos tubos…
El Palau había encargado a Bernat Vivancos una obra, y este, con esa particularidad de las esculturas de Farreras en mente, creó una partitura para cuarteto de cuerda y percusión inspirada en la creación artística de Farreras, que se podrá escuchar este miércoles, a las 20:00, en la Sala de Conciertos, interpretada por el Cosmos Quartet, formación residente del Palau de la Música Catalana esta temporada. Cerrando el círculo, la propia música de Vivancos había sido el punto de partida previo para las obras que Farreras expuso el pasado mes de octubre en la Sala Lluís Millet del Palau.
Durante la interpretación de la pieza de Vivancos, el Cosmos Quartet estará acompañado en el escenario por una selección de esculturas de Naxo Farreras creadas expresamente para la ocasión y que interactuarán con la música de forma simbólica. «Un escultor que esculpe la música, y un músico que compone una obra musical inspirada en una obra escultórica: el Arte en el Arte –han explicado Vivancos y Farreras–. La pieza quiere representar el milagro del ciclo vital de la naturaleza: desde el surgimiento de la vida, a las profundidades de la tierra, hasta llegar a la eclosión de los frutos, que una vez maduros se convertirán de nuevo en fuente de vida. Unos conceptos plasmados a lo largo de cinco movimientos, reproducidos en el programa en sentido inverso, en un recorrido ascendente, siguiendo la estructura del árbol».
El concierto del miércoles se completará con el Cuarteto en Sol menor, op. 10 de Claude Debussy, «una obra que con sus armonías y texturas innovadoras, escalas exóticas y acordes no convencionales amplió las posibilidades sonoras de esta forma instrumental y así abría las puertas a los futuros paisajes impresionistas que dibujaría el autor», como se puede leer en la nota de prensa difundida por el Palau de la Música Catalana.