Este domingo finaliza en el Centro José Guerrero de Granada la exposición «Tom Johson. Música ilustrada».
Este domingo, 28 de enero, finaliza en el Centro José Guerrero, de Granada, la exposición Tom Johnson. Música ilustrada, comisariada por Eduard Escoffet. Música Ilustrada ha estado abierta desde el pasado 26 de octubre, adentrándose en la relación entre imagen y música en la obra del compositor minimalista estadounidense Tom Johnson (Greeley, Colorado, 1939), conocido, entre otras obras, por su Ópera de cuatro notas, compuesta en 1972. Johnson, que también ejerció como periodista y crítico musical en las páginas del Village Voice, el semanario desde el que impulsó la naciente corriente musical en los años setenta y siguió impulsando en la década siguiente, vive en París y está casado con la artista española Esther Ferrer, cofundadora del grupo Zaj.
La muestra se organiza en tres ámbitos muy diferenciados que intentan dar cuenta del amplio universo de Johnson. La planta baja se centra en Imaginary Music (Música imaginaria, 1974) y Symmetries (Simetrías, 1981), dos series basadas en la imagen y en la capacidad de imaginar la música por parte del público.
La primera planta presenta Knock on Wood, una instalación fruto de la larga colaboración con el artista Martin Riches (Isla de Wight, Reino Unido, 1942), en la que los instrumentos mecánicos interpretan ritmos complejos que serían difíciles de tocar con precisión manualmente. La pieza, que conlleva una sincronización de gran precisión, tiene un sistema de control diseñado, construido y programado por el ingeniero Manfred Fox.
La segunda planta se centra en cuatro de las muchas series que ha realizado en las tres últimas décadas, todas ellas con una estrecha relación con cuestiones matemáticas y que permiten, en este caso, recorrer el trayecto desde la música y los números hasta la imagen. Finalmente, y como apéndice, en la planta tercera se plantea un diálogo entre la obra de José Guerrero y la música de Tom Johnson.
En esta exposición se aborda una pequeña parte de la vasta obra de Johnson –la más vinculada a las artes plásticas–, pero, entre las distintas obras y series, se dibuja un arco temporal que abarca casi toda su extensa carrera. Aunque es más conocido como compositor, Johnson es autor de una obra plástica excepcional que discurre en paralelo a su obra musical o, por decirlo de un modo más preciso, forma parte integral de ella. En un vértice en el que confluyen música, minimalismo, matemáticas, performance y artes plásticas, Johnson ha ido construyendo un mundo propio que parte de planteamientos muy complejos para desplegarse con sencillez y serenidad.