«Flying Basket», de Akira Sakata, Merzbow, Jim O’Rourke y Chikamorachi.
Para el seguidor militante del rock alternativo, el más «conocido» de los creadores de este álbum es Jim O’Rourke, por su paso por Gastr del Sol y Sonic Youth. Para los ruidistas y los afines al Sonar, el que les suena es Merzbow. Chikamorachi, el dúo de bajo y batería formado por Darin Gray y Chris Corsano, nunca trabaja en solitario: siempre lo hace en colaboración con otros. Y de estos cinco, el nombre más emblemático es el del saxofonista japonés de jazz Akira Sakata, un músico septuagenario, figura mítica del free-jazz más atrevido y arriesgado. Salvo Merzbow, los otros cuatro ya han trabajado juntos y se nota: el pulso lo marcan Sakata (con su jazz que remite al de John Coltrane) y O’Rourke (un guitarrista experimental menos abrasivo que Fred Frith o Henry Kaiser). Sorprende el papel secundario de Merzbow, que no se erige en el rey del ruido que uno esperaría, sino en un músico contenido, que aporta bases ligeras. Por eso no hay que asustarse: el conjunto suena a un John Zorn también más sobrio.