«Eusa», de Yann Tiersen.
Ya han pasado quince años desde que Yann Tiersen se hiciera famoso por su banda sonora para la película Amélie y ya va siendo hora de que se le valore más allá de aquel hallazgo, que ya pesa como una losa, igual que a Nyman le pesa la losa de El piano. Tiersen publica ahora Eusa, un disco entre minimalista y neoclásico, dedicado a la isla francesa en la que vive, Ouessant, que en bretón se llama Eusa. Diez hermosas composiciones para piano solo que vienen a ser, para Tiersen, como postales sonoras que tratan de reflejar la belleza agreste y solitaria de una isla situada a tan sólo veinte kilómetros de la costa de la Francia continental, pero de ruda climatología y escasos mil habitantes. Intercaladas figuran, también, grabaciones de campo –del sonido del viento que azota la isla, de trinos de pájaros– sobre las que el autor ha realizado improvisaciones. Y curiosamente, pese a lo inhóspita de la isla, esta música ofrece un contrapunto cálido, de refugio.