«À Quia • Aufgang…», de Pascal Dusapin.
Uno de los grandes compositores franceses situado a caballo entre los siglos XX y XXI, Dusapin (Nancy, 1955) pertenece a esa generación que descubrió antes el jazz y los Doors que la música clásica. Pero cuando, a los 18 años, escuchó Arcana, de Edgar Varese, la vida le dio un vuelco y comenzó a estudiar composición. Alumno predilecto de Iannis Xenakis (pese a evitar el uso de la electrónica, tan querida por el maestro, en sus composiciones), Dusapin se ha convertido en una auténtica figura de la nueva composición, y este disco recopilatorio así lo atestigua.
El disco consta de tres de sus principales composiciones. Se abre con Wenn du dem Wind (2014), tres fragmentos (menos de veinte minutos en total), de su ópera Penthesilea, con la intervención de la mezzo-soprano austriaca Natascha Petrinsky, en una obra que podría definirse (atrevidamente) como si Alban Berg hubiera vivido treinta años más para poder componer Lulú.
Le sigue Aufgang (2011), concierto para violín y orquesta, con la violinista alemana Carolin Widmann como solista, que se puede ver como un enfrentamiento entre la luz (el violín) y las sombras (la orquesta) en el que hay un hermoso diálogo entre flauta y violín, con ecos jazzísticos en su dirección rítmica en su segunda mitad. Finaliza el disco con À Quia (2002), un concierto para piano y orquesta, con el papel solista a cargo del pianista inglés Nicolas Hodges, en el que orquesta y piano también se enfrentan, en el sentido aún más belicoso del término, como si se tratase de un debate y no de un diálogo.