«Parallel Prints», de Marcel Zaes.
Marcel Zaes (Berna, 1984) es un compositor e investigador artístico suizo graduado en composición musical por la Escuela Superior de las Artes de Zúrich. Pero, además, ha ampliado estudios con Alvin Curran en Roma y con Peter Ablinger en Berlín. El ritmo y su percepción del espacio y el tiempo es el tema fundamental de su obra. Y la áspera calidad sonora de la onda sinusoidal, su objeto de investigación artística. Su práctica creativa consiste en ensamblajes de códigos de software creados por él mismo –que actúan como cronómetros mecánicos– e intérpretes humanos con los que juega «a la contra», para repensar la brecha entre lo que se concibe como «humano» frente a lo que se concibe como temporalidad «mecánica». Su trabajo lo ha ido mostrando a lo largo de una discografía extensa (diez álbumes, todos publicados en sellos helvéticos como Tonus Music Records, Dumpf Edition y Prefermusic, algunos de ellos colaborativos, con músicos o grupos como Andrea Manzoni, Prairie Urbaine, Yellow Neon Letters, Wüsten, Cut Low From Above o The Last Place [Left]) que ayer viernes sumó un nuevo disco a su trayectoria, con Parallel Prints, el primero que publica en Editions Verde, el sello creado por el violista y compositor (y alumno de Alvin Lucier en la Universidad Wesleyana) Jordan Dykstra. Formado por una gran pieza minimalista de 42 minutos de duración –Parallel Prints #1: Nineteen Rhythm Fragments for Grand Piano– y otras diecinueve piezas cortas –de entre 1’32” y 2’28”, todas tituladas Parallel Prints #2.1 o #2.2 y así sucesivamente hasta #2.19– para crótalos, un viejo sintetizador analógico ARP 2500 y batería electrónica, la obra –cuyo estreno en directo iba a haberse producido hoy sábado, en el centro Indexical de Santa Cruz, California, pero que fue cancelado a última hora por la pandemia de covid-19– ha sido grabado por el prestigioso conjunto instrumental Yarn/Wire, con quienes ha trabajado durante tres años, ensayando, grabando y procesando algorítmicamente sus sonidos.