Sarah Nemtsov estrena «Tikkun» en Hamburgo.
Incluido en la programación de los actos de celebración del quinto aniversario de la inauguración de la Filarmónica del Elba, en Hamburgo, mañana miércoles, 12 de enero, tendrá lugar el estreno absoluto de la versión con solistas (el 30 de octubre se celebró, en Colonia, el estreno de una versión reducida, para orquesta de cuerda y percusión) de Tikkun (Heilung, Reparatur), ambiciosa obra de la compositora alemana Sarah Nemtsov (Oldenburg, 1980) que será interpretada en la ciudad hanseática por el Ensemble Resonanz y los solistas del Ensemble Nikel, dirigidos por Emilio Pomárico.
Tikkun hace referencia a una palabra hebrea. Nemtsov (nacida Reuter: Nemtsov es el apellido de su marido, el pianista y musicólogo ruso Jascha Nemtsov) explica el origen de este título: «Tikkun olam significa ‘sanar’ o ‘reparar el mundo’ y es un importante principio ético del judaísmo, una tarea esencial del hombre, que debe contribuir a mejorar el estado del mundo». Según las creencias místicas, los vasos divinos de luz estallaron una vez y sus chispas se extendieron por el mundo como fuerzas vitales. Sin embargo, ese estallido también trajo el mal. Tikkun significa volver a recoger esas chispas y reparar así las grietas del mundo. De este modo, Nemtsov recoge también diversos sonidos en su música y esta es su explicación sobre los sugerentes compases de apertura: «Las cuerdas comienzan la pieza con los músicos moviendo tan sólo los dedos sobre el diapasón, un ruido muy silencioso, apenas perceptible, un sonido imaginado, hasta que, finalmente, entra el arco (¿una primera ‘curación’?)».
Tikkun puede interpretarse en diferentes versiones: como pieza orquestal para cuerdas, percusión y archivos de sonido estéreo, o adicionalmente con cuatro instrumentos solistas. Es la cuarta y última parte de la tetralogía de Nemtsov Tzimtzum, un ciclo sobre las ideas místicas de la creación.
© Fotografía de Camille Blake descargada de la web de Sarah Nemtsov.