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El Nuevo Teatro Nacional de Tokio emite gratis por internet la última ópera de Dai Fujikura.

Hoy viernes, 28 de enero, el Nuevo Teatro Nacional de Tokio (NTNT) comienza a ofrecer en su web la difusión a través de Internet de la ópera A Dream of Armageddon, del compositor japonés Dai Fujikura (Osaka, 1977), que se puede ver de forma gratuita en la web de la institución cultural tokiota durante un mes, hasta el 28 de febrero.

A Dream of Armageddon es la tercera ópera de Fujikura, compositor actualmente residente en Londres. Se estrenó en el Palacio de la Ópera del NTNT el 15 de noviembre de 2020 con el tenor Peter Tantsits y el bajo wagneriano Seth Carico en los principales papeles protagonistas. La obra es una adaptación operística del relato corto de ciencia ficción Un sueño de Armagedón, escrito por H. G. Wells y publicado en 1901. El poeta Harry Ross, colaborador habitual de Fujikura desde hace tiempo, es el autor del libreto, mientras que el montaje escénico fue dirigido por la directora estadounidense Lydia Steier y la dirección musical corrió a cargo del director artístico del Nuevo Teatro Nacional de Tokio, Kazushi Ono.

Fujikura compuso la ópera antes de que tuviéramos conocimiento de la pandemia. Sin embargo, ya en el programa de mano se podía leer un texto de Dai Fujikura en el que explicaba su génesis: «Esta ópera es de otro mundo, ya que es un sueño, pero también es increíblemente relevante para la actualidad. Es como un espejo. Cuando ONO Kazushi me envió un correo electrónico de improviso, realizándome el encargo de mi tercera ópera para coro completo y orquesta sinfónica, me pidió una historia con relevancia contemporánea. Yo pensé que el relato corto de H. G. Wells era un material perfecto para la obra. La historia, escrita mucho antes de la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, trata de un mundo totalitario en guerra, que se describe a través de una conversación entre desconocidos en un tren».

«Esa historia me enganchó de inmediato, ya que durante veinte años, tanto mi libretista colaborador como yo hemos querido hacer una ópera que partiera de una escena en un tren de cercanías. Nunca habíamos llegado a hacer esa ópera, no sólo porque fuéramos veinteañeros y no tuviéramos ninguna posibilidad de recibir un encargo así, sino también porque no podíamos decidir del todo qué pasaría después de la conversación inicial en el tren».

«Ahora tenía una oferta. Y la breve historia parte de una conversación en el tren que se convierte en la historia de un sueño que es extrañamente premonitorio. En esta obra, el coro pasa de ser un tren de viajeros a un ejército sanguinario. El coro predice un posible futuro para todos nosotros… Todas las escenas dramáticas entran y salen de un paisaje onírico. Nunca se sabe con certeza qué es real y qué es imaginado. Hay un pasillo futurista en movimiento, y música del futuro en un salón de baile que es, según H. G. Wells, indescriptible. Personajes dinámicos habitan este mundo futuro de ensueño y sus puntos de vista emocionales y políticos se cantan sobre un argumento lírico. Tenía que ser una ópera. Tenía que ser un sueño, uno del que espero que despertemos».

© Fotografía de Yuko Moriyama/otocoto, descargada de la web de Dai Fujikura.