Pat Posey publica «they/beast», que incluye las trece «Melodías para saxofón» de Philip Glass con arreglos para tubax.
El saxofonista, clarinetista y tubaxista estadounidense Pat Posey (Columbus, Ohio, 1978) –fundador de LARQ (Los Angeles Reed Quintet) e integrante de Le Train Bleu, además de invitado por Wild Up como saxofonista en la grabación del tercer volumen de la antología de Julius Eastman If You’re So Smart, Why Aren’t You Rich?– acaba de debutar discográficamente en solitario con un álbum titulado they/beast –distribuido por el sello británico Avie Records– en el que ha grabado las trece Melodías para saxofón de Philip Glass y la Suite para violonchelo n.º 3 en do mayor, BWV 1009 de Johann Sebastian Bach, arregladas para tubax (un saxofón modificado, desarrollado en 1999 por el fabricante alemán de instrumentos Benedikt Eppelsheim).
Las trece Melodies for Saxophone de Glass fueron compuestas en 1995 como banda sonora de la obra teatral de Jean Genet Un cautivo enamorado –la última obra del escritor francés, publicada en mayo de 1986, apenas unas semanas después de su fallecimiento–, en su estreno en Nueva York con una versión realizada por la exmujer de Glass, la directora teatral Joanne Akalaitis. Las piezas son breves: no suelen pasar de los dos minutos, a modo de esbozos o estudios sencillos, pero resultan atractivas y son de las obras menos conocidas del compositor de Baltimore, aunque algunas de ellas se incorporaron a los temas del Concierto para cuarteto de saxofones de Glass.
La sonoridad profunda y rugosa que imprime la sonoridad del tubax a las melodías contrasta enormemente con la dulzura de la única grabación anterior que conozco –la del álbum Saxophone grabado en 2002 por Andrew Sterman, con cuatro piezas para tenor, tres para soprano, tres para contralto y tres para barítono–.
Aparte de los seis movimientos de la Suite para violonchelo de Bachel disco se completa con una obra, MO’INGUS –de la joven saxofonista y compositora Shelley Washington, compuesta para saxo barítono en 2016 e inspirada en la música de Charles Mingus, conocido como «el hombre enojado del jazz»– y una pieza propia de Posey, Hymn, en la que explora las múltiples posibilidades tímbricas del tubax.