«Extinción»… ¿ópera? contemporánea… con música barroca del fraile Juan Cererols.
La programación de ópera actual del Teatro Real no suele ser, en términos generales, demasiado atrevida. Es de suponer que son los gustos de patronos y público tradicional los que se erigen, en gran medida, como «poder en la sombra». El riesgo que no se asume musicalmente sí se suele aceptar en mayor medida en su puesta en escena y uno de los grandes espectáculos operísticos plenamente actuales que ofrece esta temporada la institución madrileña es Extinción. Sin embargo, y como ya sucediera el año pasado con Marie, la gran ópera musical de Germán Alonso (Madrid, 1984), interpretado por el Ensemble Proyecto Ocnos, con interesante escenografía de Emanuele Sinisi (y texto absolutamente prescindible, por vulgar, manido y oportunista de Lola Blasco), el estreno se trasladó a un formato de cámara, en el Teatro de La Abadía.
En esta ocasión, Extinción es otro proyecto musical de cámara –no se le debería calificar de ópera–, con dos elementos muy diferenciados e independientes entre sí. Por un lado, la música: dos misas barrocas policorales, la Missa pro defunctis y la Missa de batalla de Juan Cererols Fornells (Martorell, 1618-Monasterio de Montserrat, 1680), organista, arpista, violinista y compositor barroco de reminiscencias renacentistas, apta para todos los públicos (el tradicional y el contemporáneo, según el criterio de Steve Reich, que admite no estar interesado para nada en la música situada cronológicamente entre el barroco y la contemporánea). La primera, compuesta en 1651 en homenaje a los muertos por la peste que asolaba Barcelona desde un año antes, y la segunda para celebrar una victoria de los Tercios españoles en suelo del Reino de Nápoles. De la interpretación musical se encargan el Coro del Teatro Real y el conjunto Nereydas, una formación fundada en 2010, dirigida por Javier Ulises Illán con criterios historicistas, basados en el estudio de las fuentes y el trabajo musicológico sobre cada partitura para ofrecer el estilo y el espíritu propios de cada periodo y cada obra, utilizando instrumentos originales de época o copias fidedignas de los mismos.
El otro elemento individual es la dramaturgia propuesta por Agrupación Señor Serrano, una compañía teatral barcelonesa en cuyos espectáculos se mezclan video en directo, maquetas, performance y objetos, que en esta ocasión contó con la intervención, como actores/performers de Carlota Grau, Marcel Borràs, David Muñiz y Àlex Serrano (el señor Serrano de la Agrupación). Sin texto, tan sólo con proyecciones en video que amplían en una gran pantalla las escenas que la cámara de vídeo está registrando en directo, se pretende representar situaciones que van desde el descubrimiento del Amazonas por Francisco de Orellana a la extracción actual de coltán en el Congo, para el funcionamiento de los teléfonos móviles, o la búsqueda del lugar que ocupa el alma en el interior del cuerpo y su equivalencia con la Inteligencia Artificial. Todo esto viene dado en la presentación que de la obra hace Agrupación Señor Serrano en su web, y sin esa explicación resultaría difícil saber lo que está sucediendo, más allá del, por otra parte indudable, atractivo estético del trabajo de la compañía, contrastado por sus más de quince años de trayectoria profesional internacional.
Más esquemática en su puesta en escena la parte correspondiente a la Missa pro defunctis, la Missa de batalla ofreció los momentos más actorales y más aplaudidos por el público, en los que se simbolizaba la alimentación industrial que nos infla llevándonos a la obesidad, con una conclusión muy efectista: de unos palomiteros suspendidos del techo comenzaron a caer sobre los actores las palomitas de maíz que explotaban y que debían resultar algo así como el maná del que hablaba La Biblia.
Las reducidas dimensiones del espacio de La Abadía permiten que el espectador vea tanto el plano general de lo que sucede sobre el escenario como el plano corto seleccionado por la cámara. Por otra parte, la disposición de Nereydas y el Coro Titular del Teatro Real en el escenario permitían, en según qué momentos, la sensación de estéreo natural (sin necesidad amplificación) por la disposición de las voces, al tiempo que no distraía la atención de las acciones visualmente impactantes que la compañía teatral ofrecía, y que se puede presenciar en directo desde su estreno del día 12 de abril, con funciones los días 13, 14, 15, 16, 17, 19, 20, 21, 22, 23 y 24, fecha en que finalizan sus representaciones.
© Fotografía de Javier del Real proporcionada por el departamento de comunicación del Teatro Real. De izquierda a derecha (y de arriba abajo): Pau Palacios (Agrupación Señor Serrano), Javier Ulises Illán (director musical), Àlex Serrano (Agrupación Señor Serano), Ignacio García-Belenguer (director general Teatro Real), Juan Mayorga (director artístico Teatro de La Abadía), Joan Matabosch (director artístico Teatro Real) y Andrés Máspero (director Coro Titular Teatro Real).