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«Minimal», de Carles Cases.

Carles Cases (Sallent de Llobregat, 1958) es un músico (violonchelista y pianista) que ha dedicado su vida musical a tres frentes fundamentales. Por un lado, el jazz (formó parte de la Big Band de Lluís Rovira, antes de crear el Carles Cases Quartet y Blaumarí). Por otro, la dirección musical del cantautor ampurdanés Lluís Llach, tanto en directo – acompañándole en más de ochocientos conciertos durante la década de los ochenta– como en sus grabaciones discográficas –su nombre figura en discos legendarios como T’Estimo, Maremar, Camp del Barça. 6 de juliol de 1985, Astres o Geografia–, entre 1983 y 1990. Y en tercer lugar, aunque tal vez sea la labor más extensa y más prolongada en el tiempo, la composición de bandas sonoras para cine, tarea en la que ha sido compositor habitual de películas de directores como Gonzalo Suárez (El portero, Mi nombre es sombra, Oviedo Express), Ventura Pons (El porqué de las cosas, La vida abismal, Barcelona (un mapa), A la deriva), Jaume Balagueró (Los sin nombre, Darkness), Jaime Chávarri (Camarón, El año del diluvio), o Antonio del Real (El río que nos lleva). Pero este pasado mes de mayo, una vez superados los momentos de la pandemia más difíciles para la movilidad, viajó a Sofía, para grabar con veinte músicos de la Orquesta de Cámara de la Radio Nacional Búlgara el núcleo de su último álbum hasta la fecha, titulado Minimal (Bàndol. Música per a temps de conflicte) [Minimal. Bando. Música para tiempos de conflicto)], en el que abandona voluntariamente los terrenos jazzísticos en los que ha desarrollado el mayor porcentaje histórico de sus composiciones. El disco se compone de once piezas, casi todas ellas compuestas hace algo más de dos años en La Habana, que terminó de grabar en verano, con piano y percusión, y que toman como punto de partida el minimalismo. O, más concretamente, el post-minimalismo, con notables influencias del barroco y, en particular, de la propia influencia del barroco sobre la música del creador del término «minimalismo», el compositor inglés Michael Nyman. Son temas alegres que se salen de los tonos menores tan queridos por Cases, exceptuando cuatro adagios: La bellesa en les coses, Cooperació, Acceptació y Adéus que no ens hem pogut dir.