El Ballet du Rhin estrena en Mulhouse «Alice», una coreografía con música de Philip Glass.
Esta tarde se va a producir en La Filature, la sala de conciertos de la ciudad alsaciana de Mulhouse, el estreno mundial de la música que el compositor estadounidense Philip Glass compuso para los coreógrafos y dramaturgos ingleses Amir Hosseinpur y Jonathan Lunn, y con la que se ha creado el espectáculo de ballet Alice.
La relación entre Hosseinpour y Philip Glass surgió en 2013, cuando el dramaturgo de origen iraní creó la coreografía para el estreno mundial en la localidad austríaca de Linz de la ópera Spuren der Verirrten (The Lost). Fue gracias a esa relación que el compositor le cedió una partitura exclusiva que Hosseinpour y Lunn decidieron convertir en una original versión de Alicia en el país de las maravillas, en la que se mezclan la musa, Alicia Liddell, y su creador, Lewis Carroll. El Ballet de la Ópera Nacional del Rin encarna este rico universo en Alice, un estreno mundial que tiene lugar del 11 al 13 de febrero en Mulhouse y, seguidamente, en Estrasburgo del 18 al 23.
«Nos sentimos muy halagados porque es difícil conseguir una partitura original de Philip Glass –ha explicado Amir Hosseinpour al periódico L’Alsace, en una pausa entre ensayos en la Filature de Mulhouse–. Cuando lo escuchamos inmediatamente nos dijimos, “¡esto es Alicia en el País de las Maravillas!”. Nosotros no queríamos hacer una Alicia… más. Queríamos algo diferente». Y la idea que tuvo Jonathan Lunn fue buscar la «historia detrás» de la historia. La del escritor Lewis Carroll, que estaba familiarizado con los niños de la familia Liddell, incluida la pequeña Alicia, con la que tuvo una relación problemática. La actriz germano-suiza Sunnyi Melles interpreta a una Alicia adulta, que recuerda los extraños episodios de las fábulas del libro, así como su propia infancia. Y que a veces se convierte en el escritor inglés. La musa y su creador en el mismo cuerpo.
Hosseinpour y Lunn han imaginado una versión completamente nueva de Alicia, deslizando numerosas referencias contemporáneas, desde Harry Potter hasta el fútbol y la reina Isabel II. A la poesía surrealista de Carroll, los dos dramaturgos añaden su propia locura británica «ligeramente dadaísta», como ellos se definen, hasta el punto de que en el escenario se verán no una, sino tres Alicias, una de las cuales es transgénero.
El espectáculo mezcla danza y teatro –«pero con un 80% de danza»–, y arias para soprano. Y ha madurado durante un largo periodo de tiempo, tomando forma con la ayuda de la escenógrafa y diseñadora de vestuario austriaca Anne-Marie Legenstein, el diseñador de vídeo David Haneke, la iluminación de Fabrice Kebour y el artista estadounidense Robert Israel, viejo colaborador de Philip Glass, cuyas imágenes se utilizan en el espectáculo.
© Fotografía de Agathe Poupeney, facilitada por el departamento de comunicación del CCN • Ballet de l’Opéra National du Rhin.