A Far Cry lanza «The Blue Hour», un ciclo de canciones compuesto por cinco de las principales compositoras estadounidenses del momento.
La orquesta bostoniana de cámara A Far Cry fue la impulsora, hace siete años, de The Blue Hour, una obra de 75 minutos de duración que se estrenó en directo el 3 de noviembre de 2017 en la Sinagoga Histórica Sixth & I del barrio de Chinatown de Washington, D.C. Se trata de un ciclo de canciones compuesto colaborativamente por las compositoras Rachel Grimes, la portorriqueña Angélica Negrón, Sarah Kirkland Snider, Caroline Shaw y Shara Nova utilizando como texto único On Earth, el más extenso de los poemas de la poetisa y abogada estadounidense defensora de los derechos humanos Carolyn Forché (Detroit, 1950) incluidos en su poemario Blue Hour (HarperCollins, 2003). Se trata de un largo poema que presenta los pensamientos de un moribundo en forma de abecedario y se convierte en una conmovedora meditación sobre toda la existencia humana. En su estreno, el ciclo fue cantado por la cantante brasileña de jazz Luciana Souza, y ahora, casi cinco años después del estreno en directo de The Blue Hour, las compañías New Amsterdam Records y Nonesuch Records se han unido para publicar el álbum, que cuenta con Shara Nova como voz principal de la grabación, que sustituye a la de la Souza.
La música que ilustra el poema es un conjunto ecléctico de influencias, desde referencias explícitas a Bach (a cargo de Caroline Shaw, con citas del Segundo Concierto de Brandenburgo de J. S. Bach en Firmament, la undécima canción del ciclo) y a la polifonía renacentista y el canto natural, pasando por momentos de sonoridades caleidoscópicas para simbolizar algunas de las imágenes fantásticas y estremecedoras creadas poéticamente por Forché. La incuestionable calidad de las cinco compositoras convierte la grabación en uno de los grandes acontecimientos del año, lleno de melodías poderosamente expresivas y un lirismo extremo, sin paliativos.
La expresividad de la música es precisamente lo que hace que The Blue Hour puede considerarse un acontecimiento: sirve al texto por encima de todo y crea un exuberante paisaje sonoro que refleja la poesía, pese a que el texto y la música carezcan de una narrativa general marcada. Pero es que la estructura poco convencional del texto se presta a una partitura sin una organización formal completa. Esta ausencia de elementos estructurales familiares, tanto en la poesía como en la música, elimina la capacidad de anticipación del oyente y, en última instancia, éste se limita a dejarse atrapar por la dispersión narrativa, lo que da lugar a un viaje hermoso, complejo y empático a lo largo de toda la obra.