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El sello discográfico Disquiet ha lanzado al mercado la versión discográfica de «Upload», la penúltima ópera del compositor Michel van der Aa.

El neerlandés Michel van der Aa es, quizá, el más destacado de los actuales compositores de los Países Bajos. Ha recibido casi todos los premios importantes del pequeño país centroeuropeo y a la Ópera Nacional le encanta llamar a su puerta para estrenar óperas y Upload, que ahora se publica discográficamente a través del sello Disquiet –fundado en 2010 por el propio Van der Aa– es su penúltimo trabajo en este campo, estrenado en julio de 2021 en el Festival de Bregenz, en Austria.

Definir a Van der Aa como compositor es ser escueto… En Upload también escribió el libreto, se encargó de la dirección escénica y dirigió la versión cinematográfica que se puede ver en medici.tv. Van der Aa, de hecho, siempre está explorando las nuevas posibilidades que ofrece la tecnología, tanto en la composición musical –que mezcla instrumentos acústicos convencionales con la electrónica– con la narrativa escénica de algunas de sus obras, en las que incorpora video: en 2012 estrenó otra ópera fílmica, Sunket Garden. En Upload –que recibió el Premio Internacional de Ópera en la categoría «Ópera Digital», entregó el pasado 28 de noviembre en el Teatro Real de Madrid– todo va un paso más allá, incluida el tema de la ópera, en la que examina nuestras relaciones con la tecnología, la mortalidad y la identidad, a partir de la historia de un padre (el barítono Roderick Williams) que, para «estar ahí» para su hija (la soprano Julia Bullock) después de su inevitable muerte, hace que sus pensamientos y recuerdos se «carguen» para lograr una «resurrección virtual». A lo largo de toda la ópera, la partitura va cambiando entre sonidos electrónicos y acústicos (estos a cargo de MusikFabrik dirigida por Otto Tausk), al igual que la puesta en escena se mueve entre la actuación en directo, las escenas pregrabadas y la tecnología de captura de movimientos. Dado que Upload puede recordar en ocasiones a  la recordada e inquietante serie de televisión Black Mirror, la partitura a veces parece una banda sonora, que también transmite inquietud y excitación, con el pulso nervioso de las cuerdas, una percusión de apariencia caótica y una electrónica convertida en crepitante ruido blanco. Todo eso, en cambio, toma otro tono en las escenas protagonizadas por el supuesto diálogo de padre e hija, papel que interpreta, ya se ha dicho, una Julia Bullock que se está convirtiendo, a pasos agigantados, en uno de las grandes sopranos operísticas del siglo XXI. Y lo es, en parte, gracias a proyectos como este, que está llamado a ser también uno de los títulos importantes de nuestra era… al menos hasta que el tema del que habla haya quedado sobrepasado por la realidad a medida que la Inteligencia Artificial o el metaverso lo conviertan en reliquia del pasado…