Estreno absoluto en el Liceo de Barcelona de «Alexina B.», séptima ópera de la compositora catalana Raquel García-Tomás.
Mañana sábado, 18 de marzo, va a tener lugar en el teatro del Liceu de Barcelona el estreno absoluto de Alexina B., la séptima ópera de cámara de la compositora catalana Raquel García-Tomás, premio Nacional de Música, en la categoría de composición, del años 2020. La ópera ha sido realizada con una Beca Leonardo en Investigadoras y Creadoras Culturales 2020 de la Fundación BBVA.
Con libreto de Irène Gayraud y dirección escénica de Marta Pazos (directora también en la anterior ópera de García-Tomás, Je suis narcissiste), Alexina B. está inspirada en la historia de Adélaïde Herculine Barbin, también conocida como Alexina B., una persona intersexo nacida en Francia en 1838.
La mezzosoprano Lidia Vinyes-Curtis da vida al personaje principal de la obra, Alexina B., acompañada por las sopranos Alicia Amo, Elena Copons y Mar Esteve y el contratenor Xavier Sabata. Ernest Martínez-Izquierdo se encargará de dirigir a la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu y Cor Vivaldi-Petits Cantors de Catalunya
García-Tomás (Barcelona, 1984) es la primera compositora que estrena una ópera en el Liceu en el siglo XXI y la segunda en términos absolutos, después de Matilde Salvador (que estrenó Vinatea en 1974). De Alexina B. Se ofrecerán tres representaciones, los días 18, 21 y 22 (y una más, en la sesión LiceUnder35, que tendrá lugar el 20 de marzo).
El personaje real en el que se inspira la ópera, Herculine Barbin, vivió en Francia de mediados del siglo XIX y se suicidó en 1868, poco antes de cumplir 30 años, en una buhardilla de París, en completa soledad. Incapaz de encontrar un espacio en la sociedad de su tiempo y comprender su propio cuerpo, decidió inhalar gas tóxico y provocarse la muerte por asfixia. Sin embargo, antes de morir dejó una autobiografía manuscrita que ha sido de gran valor para conocer su historia: Barbin, que nació siendo una niña y murió siendo un hombre –un juez le permitió registrarse civilmente como hombre y adoptar el nombre de Abel–, relata en sus memorias el primer testimonio documentado de una persona intersexual, nacida con características sexuales (incluyendo genitales, gónadas y patrones cromosómicos) que no se ajustan a las nociones binarias típicas de los cuerpos masculinos o femeninos. Los expertos calculan que hasta el 1,7% de la población nace con rasgos intersexuales.
Criada como niña, al llegar a la pubertad, Alexina B. descubrió que su cuerpo no se desarrollaba como el resto de sus compañeras de escuela. Nunca tuvo la menstruación, por ejemplo. Su primer trabajo fue como institutriz en una escuela, donde conoció a Sara, la hija de Madame P., la directora del centro. Alexina, que sintió atracción por Sara, confirmó, tras su primer encuentro amoroso, que se sentía un hombre, y éste fue el comienzo de su camino de autoconocimiento en una sociedad que no estaba preparada aún para aceptar estas situaciones. Tras varios exámenes médicos y una sentencia judicial, Alexina pudo cambiar legalmente de sexo, pero eso no solucionó nada, porque tampoco encajaba en el mundo de los hombres.
La ópera Alexina B. cuenta esta historia que la libretista Irène Gayraud conoció tras leer las memorias de Herculine Barbin, rescatadas en 1868 por el médico forense Regnier y publicadas en 1978 por el filósofo Michel Foucault, después de localizar el texto en un archivo. El caso de Alexina, además de haber sido una fuente de estudio importante para entender mejor las vivencias de las personas intersexuales, es también la historia de un drama personal que supone el punto de partida para crear una ópera significativa para nuestro tiempo. Mientras el libreto se mantiene fiel al original de las memorias de Barbin, Raquel García-Tomás ha creado una música que funde el lenguaje actual con el del siglo XIX, con citas a Franz Liszt (Spozalizio y Bénédiction de Dieu dans la solitude) y a la monja y compositora del siglo XII Hildegarda de Bingen, cuyos responsorios Favus Distillans y Ave Maria, le sirven de inspiración para un par de escenas de esta ópera, en las que se explicita la tradición eclesiástica que se daba al internado.
En el concepto escénico propuesto por Marta Pazos –con escenografía de Max Glaenzel e iluminación de Nuno Meira– se suceden 22 escenas repartidas en tres actos que combinan episodios de la vida de Alexina con una exploración de sus emociones: es un ir y venir entre el progreso argumental y la reflexión subjetiva, entre la historia y las emociones confusas y desordenadas del personaje principal.
Los papeles principales recaen en la mezzosoprano Lidia Vinyes-Curtis, que tendrá el papel protagonista de Alexina, y la soprano Alicia Amo, que encarnará el rol de su amiga y amante, Sara. La soprano Elena Copons se encargará de varias figuras centrales en la vida de la protagonista, como su madre, la directora de la escuela, Madame P., y la madre superiora del internado en el que se educa Alexina, Sor Marie des Anges, además de encarnar al policía que descubrirá el cadáver de Abel Barbin. Por su parte, el contratenor Xavier Sabata desarrollará una serie de personajes que, en conjunto, simbolizan el poder institucional y el patriarcado, como el doctor Goujon, que levantará su cadáver; el médico que examinará a Alexina; Monseñor, que acepta la su confesión, y el juez que dictamina que su cambio de sexo en el registro civil es posible. Finalmente, la mezzosoprano Mar Esteve será quien encarne a Alexina joven, su amiga Léa, una pupila del convento en el que se educa a Alexina y una alumna del internado donde dará clases. En esta ópera hay una sexta voz central: el coro infantil que da vida al conjunto de pupilas y alumnos que forman parte de la educación y la vida laboral de la protagonista, y del que se encargará el Cor Vivaldi-Petits Cantores de Cataluña.
La dirección musical corre a cargo de Ernest Martínez-Izquierdo, que trabajará con la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu en versión sinfonietta, ya que Raquel García-Tomás ha escrito una partitura pensada para un conjunto reducido de instrumentos, formado por vientos, arpa, piano, sección de cuerdas y electrónica registrada previamente.