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El compositor Georges Lentz inaugura en el pueblo australiano de Cobar su Capilla Sonora.

En unas pocas horas, a las 8:00 de la mañana en la España continental, las 17:00 en el uso horario de la ciudad Melbourne, solo que unos seiscientos kilómetros más al norte, se va a inaugurar en el interior de ese desierto australiano de tierras rojizas que se conoce como el Outback, la Capilla Sonora de Cobar.

Cobar es en la actualidad un pequeño pueblo de unos cuatro mil habitantes, pero a finales del siglo XIX era una ciudad minera en auge en la que escaseaba el agua. Por tal motivo, en 1901 se construyó en las afueras un depósito de agua de acero de unos diez metros de altura ya inservible para ese uso, que permanecía abandonado desde hace varias décadas.

El compositor luxemburgués Georges Lentz (Echternach, 1965) se trasladó a vivir a Australia en 1990 y años después, en 2008, descubrió el depósito al visitar Cobar para ofrecer un concierto. Impresionado por la construcción y su entorno, en lo alto de una colina, se puso en contacto con el arquitecto Glenn Murcutt, arquitecto australiano (aunque nacido en Londres, en 1936) galardonado con el Premio Pritzker y el Praemium Imperiale, para rescatar el viejo depósito. Después de más de una década de trabajos de restauración el viejo Tanque Plateado de Cobar se ha convertido en la Capilla Sonora de Cobar, un espacio sin techo, abierto al límpido cielo estrellado del desierto en el que Lentz va a hacer sonar permanentemente, en bucle, su String Quartet(s), una obra de algo más de seis horas de duración creada para The Noise, un cuarteto de cuerda formado en 2006 en Sidney. Posteriormente, Lentz arregló electrónicamente la grabación acústica para convertirla en una pieza continua de veinticuatro horas, que sonará en bucle a través de un sistema de sonido cuadrafónico.

© Fotografía descargada de la web de Cobar Sound Chapel.