El sello francés B Records publica «Black Angels & Music for a Summer Evening», del recientemente fallecido compositor estadounidense George Crumb.
Pocas semanas después del fallecimiento del compositor estadounidense George Crumb (Charleston, Virginia Occidental, 24 de octubre de 1929-Media, Pensilvania, 6 de febrero de 2022), el sello discográfico francés B Records publicaba el álbum Black Angels & Music for a Summer Evening, formado por las grabaciones en directo de la música de Crumb interpretadas en directo el verano pasado en el 20e Août Musical de la localidad francesa de Deauville, en la región de Normandía.
El 7 de agosto los pianistas Thêo Fouchenneret y Philippe Hattat y los percusionistas Emmanuel Jacquet y Rodolphe Théry (estos dos últimos, integrantes del Trío Xenakis) interpretaron Music for a Summer Evening (Makrokosmos III), mientras que el día 10, el Quatuor Hanson y el pianista Guillaume Vincent hicieron lo propio con Black Angels. Thirteen Images From the Dark Land.
El orden en el disco es cronológico: Black Angels es una pieza de 1970, mientras que Music for a Summer Evening data de 1974. La primera es una obra compuesta para cuarteto de cuerda amplificado y la escribió Crumb con la guerra de Vietnam en mente. De hecho, la hiriente melodía inicial simboliza los helicópteros de ataque utilizados como principal instrumento de guerra por el ejercito estadounidense. Music for a Summer Evening (Makrokosmos III), para dos pianistas y percusión y de unos cuarenta minutos de duración es, por su parte, una ampliación de dos piezas anteriores, Makrokosmos I (1972) y Makrokosmos II (1973), cada una de las cuales había sido compuesta para piano amplificado –hubo, después, un Makrokosmos IV, «Celestial Mechanics» (Cosmic Dances for Amplified Piano, Four Hands), finalizado en abril de 1979–.
El propio Crumb afirmó en alguna ocasión que Black Angels debería inspirar sentimientos de terror. Y, de hecho, el director de cine William Friedkin incluyó un fragmento de Night of the Electric Insects –«insectos eléctricos» era el eufemismo que empleaba Crumb para describir los helicópteros de ataque–, el último movimiento del cuarteto, para acentuar determinadas imágenes de su película El exorcista… En el disco, el cuarteto Hanson, fundado en París en 2013, aporta esas sensaciones escalofriantes tanto con sus silibantes sonidos sobrenaturales como en sus acordes crudos y raspados. La forma percusiva de golpear las cuerdas con los arcos y los sonidos vocalizados (sobre todo en el séptimo movimiento, Absence: II Threnody II “Black Angels!”), que van desde la melodía hasta el ruido, señalan una belleza espantosa en los fragmentos de ataque y las nubes de insectos de Crumb.
El tono de Music for a Summer Evening es diferente. En vez de «imágenes de la Tierra Oscura» el título –«Música para un atardecer de verano»– nos indica que la pieza no nos va a provocar el terror que inspiraba la anterior. Crumb la había descrito como «más o menos atonal, o más o menos tonal» y es en ese terreno limítrofe entre lo amable y lo ligeramente crispante (como el canto de las cigarras) donde se sitúa la obra, que se ha convertido en una de las composiciones de cámara contemporáneas más interpretadas de la segunda mitad del siglo XX. De hecho, el título de Mikrokosmos de toda la serie (I a IV) hace referencia a las 153 piezas para piano compuestas entre 1926 y 1939 por Béla Bartók (el quinto movimiento de Mikrokosmos III, Music of the Starry Night, está inspirado también en Bartók, pero en su Sonata para dos pianos y percusión).
Comparado con una grabación previa de las mismas piezas, publicada en 2006 por Mode Records –a cargo del Cuarteto Latinoamericano (formado por integrantes de la Filarmónica del la Universidad Carnegie Mellon), dirigido por Juan Pablo Izquierdo–, el sonido general es más vigoroso y misterioso, y transmite todos los detalles, la sutileza, la fuerza y la atmósfera mágica de estas obras.